Nov 21, 2024
Euskal Herria Batera es una iniciativa ciudadana surgida en el contexto del Aberri Eguna 2020. Somos un grupo de personas de diferentes ámbitos que queremos aprovechar el Aberri Eguna para reafirmarnos como nación, extender la adhesión a la nación vasca y exigir a las instituciones y agentes sociales que actúen desde el compromiso con la nación vasca. En el contexto de la pandemia conseguimos que el Aberri Eguna se celebrara de forma simultánea y conjunta, en toda Euskal Herria. A partir de 2022, tras dejar atrás las medidas de seguridad de la pandemia, los partidos nacionalistas retomaron sus habituales movilizaciones y cada cual hizo su convocatoria. Desde Euskal Herria Batera pusimos el acento en la convergencia y decidimos trasladar el acto conjunto anual a la víspera del Aberri Eguna.
Este año 2024 queremos hacer una convocatoria a quienes reconocen a Euskal Herria y, al mismo tiempo, reiterar nuestros compromisos.
Convocatoria a diferentes entidades y agentes que reconocen Euskal Herria:
• Creemos que es hora de actuar conjuntamente. Ante las dudas generadas por la crisis económica y la emergencia ecológica, por la inestabilidad que generan las guerras y por los retos que el contexto de globalización plantea a una comunidad vasca sin soberanía plena. Juntos entre territorios, entre diferentes, entre ámbitos muy diversos. Para que conjuntamente se profundice la capacidad de decisión de nuestra Nación.
• Consideramos el Aberri Eguna como un día para actuar conjuntamente y celebrar que somos una Nación, por lo que llamamos a crear las condiciones para celebrar en el futuro un Aberri Eguna conjunto. Celebremos de forma unitaria y con el máximo de poder y oficialidad en todos los territorios vascos qué somos y cómo queremos manifestarnos ante el mundo, qué somos y qué queremos ser en el futuro. Las naciones son nación, entre otras cosas porque creemos que deben tener y celebrar sus días nacionales. De la historia de Euskal Herria podemos deducir que así ha sido aquí también. En plena normalidad unas veces y resistiendo prohibiciones otras. Creemos que el Aberri Eguna no sólo es una tradición, sino que tiene presente y futuro.
• La sociedad vasca ha cambiado mucho y con ella las formas de sentir la Nación y la nación. Euskal Herria Batera considera que hay que renovar, adaptar, rejuvenecer y ampliar la adhesión a la Nación y hace un llamamiento para ello.
Compromisos de Euskal Herria Batera!:
• Continuar ampliando nuestra convocatoria. No sólo a las instituciones y agentes, sino a ese amplio sector de la sociedad que consideramos el capital principal de este país y que está construyendo el presente y futuro de la comunidad vasca en el ámbito económico, social, académico, científico y cultural con el objetivo de dar un futuro mejor a Euskal Herria. Queremos convocar a todos ellos para que actúen conjuntamente. Llamamos a todas esas instancias a celebrar en el Aberri Eguna que somos Nación.
• Solicitar a la sociedad vasca la celebración del Aberri Eguna y el despliegue de ikurriñas en las ventanas.
• Organización del acto conjunto de 2024. Será en Bilbao, el 30 de marzo, en el Teatro Campos Elíseos. En este momento como pueblo, llamamos a aglutinar a los agentes que tienen como eje a Euskal Herria.
• En el acto de este año se combinarán dos obras culturales. La primera es la narración que han elaborado las principales fundaciones de Euskal Herria y que presenta a la Nación Vasca en el mundo. El segundo será un acto teatralizado, compuesto bajo el guion de Jon Maia, que explicará la nación en el día a día.
• Asimismo, en esta cita hemos querido traer a colación dos fechas históricas por sus similitudes en el contexto de hoy
• El primer Aberri Eguna. Convocado por el PNV en Bilbao en 1932. En 1929 había estallado la crisis económica y en 1931 se puso en marcha en el Estado español en el contexto de la República. Igual que en la época estamos ante retos y oportunidades. Por eso, hemos elegido el Teatro Campos Elíseos para el evento de este año.
• El Aberri Eguna conjunto de 1978. En el momento en que el Estado español realizaba la transición del franquismo a la democracia, partidos y movimientos distintos a UCD y AP (18 en total, entre ellos el PSOE y la entonces existente Euskadiko Ezkerra) convocaron el Aberri Eguna que se celebró en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria. Cerca de 400.000 ciudadanos se unieron para reivindicar el estatuto de autonomía para Nafarroa, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y el derecho de autodeterminación. Creemos que el actual contexto político exige un consenso sobre el reconocimiento político de los territorios vascos. Por eso, trataremos de reflejar en el acto de este año la diversidad lograda en el Aberri Eguna de 1978.
Hoy volvemos a reunirnos aquí en esta iniciativa unitaria que BATERA puso en marcha durante la pandemia, aquel terrible suceso tan reciente todavía y ya casi olvidado. Ha pasado un año desde que, en contra de los principios y bases internacionales, Rusia atacó a Ucrania, volviendo a desatar la guerra en Europa. También hemos visto que lo que hasta ahora eran fenómenos que podrían ocurrir en el futuro, ya son inevitables y lo único que podemos hacer es amoldarnos a sus consecuencias y debatir sobre qué políticas debemos implementar y qué cambios tenemos que introducir en nuestro modo de vida. Los acontecimientos se suceden a toda velocidad en este primer cuarto del siglo XXI próximo a cumplirse.
Telesforo Monzón dijo una vez: “Tomémonos un instante y miremos alrededor; tenemos que saber de dónde venimos, y también a dónde vamos”.
Afortunadamente, cuando parecía que lo estábamos olvidando, la mano de Irulegi nos ha recordado de dónde venimos. Al igual que lo han hecho las excavaciones de Amaiur y su 500 aniversario, o el centenario de Emakume Abertzale Batza… Existimos y estamos hoy aquí gracias a todas las generaciones que nos han precedido.
Todos esos acontecimientos nos recuerdan que somos el último eslabón de una cadena que nunca se ha roto y a la que darán continuidad los nuevos eslabones que se le irán añadiendo en el futuro. Pero, hoy y aquí, la responsabilidad histórica de que la cadena no se rompa es nuestra, de nuestra sociedad, y de nadie más. Y para llevar esa carga de la historia son necesarias las espaldas de toda la ciudadanía vasca, porque, como decía Xabier Lete, las aguas del mar son profundas para quienes quieren sumergirse en ellas, y los trabajos de nuestro pueblo son grandes, duros y pesados para quienes están divididos.
Tenemos que saber de dónde venimos, para decir sin miedo lo que somos: ¡Somos el pueblo vasco, somos Euskal Herria!
Pero no basta con tener claro de dónde venimos. También tenemos que analizar dónde estamos y a dónde vamos. Y, por nuestra parte al menos, sentimos preocupación. El contexto que hemos expuesto le ha planteado y le va a plantear a nuestro pueblo nuevos y colosales retos. Lo único que le puede dar una respuesta positiva a ese contexto es acelerar el pulso de quienes creemos en Euskal Herria. Y no nos engañemos: sin ese corazón habrá cuerpo, pero no será Euskal Herria, sino otra cosa.
Nuestro pueblo se enfrenta a enormes retos. Y, aunque la cadena nunca se ha roto, seguimos muy débiles. Hemos llegado al siglo XXI, y no es poco, pero lo hemos hecho siendo un país dividido, privado de la soberanía a la que aspira y demográficamente envejecido. En consecuencia, nuestro pueblo se ve abocado a acometer los enormes retos del siglo XXI sin Estado, dividido y minorizado como nación. El reto del clima, el desarrollo exponencial de las tecnologías y la profunda transformación que están provocando en toda la sociedad, el reto de los cambios demográficos, la transformación del orden global… Todos esos desafíos, que son enormes para cualquier nación, para la nuestra son colosales. No olvidemos que somos un viejo y pequeño pueblo que no es libre y cuyo futuro no está asegurado.
Por lo tanto, entre todas y todas tenemos que acordar dónde estamos y, sobre todo, a dónde queremos ir. Para pueblos pequeños como el nuestro, la unidad en cuestiones fundamentales es indispensable, y la división es un lujo que no nos podemos permitir. Este contexto histórico nos obliga a trabajar esa unidad, y los cambios habidos en los últimos años han creado las condiciones para ello. Es el momento de la unidad entre quienes creemos en Euskal Herria. Y el Aberri Eguna tiene que ser eso: una llamada a la unidad desde la diferencia. Unidad para acometer los retos que se nos plantean como pueblo. Unidad para asegurar nuestro futuro. Unidad para construir una sociedad paritaria y avanzada, con la solidaridad y la cohesión social como eje. Unidad para fortalecer el latido de este pueblo. Unidad para que la ciudadanía vasca decida cómo será el futuro de Euskal Herria, para que la ciudadanía vasca, en su diversidad, tenga plena capacidad de decisión.
Entre todas y todos, desde el respeto a las diferencias, tenemos que construir el suelo común mínimo que este pueblo necesita para afrontar los retos del siglo XXI. No será fácil, ¿pero nuestro pueblo alguna vez ha tenido fácil su supervivencia? Unidos y unidas somos, y tenemos fuerza.
Tenemos una vinculación especial a esta tierra. “Oi, lur, oi lur!, Oi, ene lur nerea!…, Oi, goiz eme, parre gozoz ernea!…”. Las personas se vinculan a una tierra para estar en el mundo, y si hay que abandonar la tierra natal, para tener a dónde volver.
Quienes empezaron a construir un pueblo en esta tierra eligieron vivir mirando al mar, porque advirtieron que las aguas de todas las lluvias, las de Orhi y Bizkarz, las de las altas montañas y las de las tierras bajas, fluían por los ríos en busca del mar. Tal vez por eso la gente de este país está vinculada al mar, y va siguiendo los ríos en busca de nuevos puertos: “Kantauri-itxasoak orroaka dabilki, Euskaria deritzan itxas-ontzi… An dijoa Azkatasuna sendo eta gazte. A! baleuzka esku indartsuak azke”.
Pero el mar necesita un nombre, y el puerto también necesita un nombre, y el río, y el monte, y también el pueblo necesita su propio nombre, para que las personas sepamos en qué lugar vivimos, para que cuando vayan al mar sepan a que puerto volver. Y el nombre para que exista necesita una lengua, también la necesitamos para que seamos mientras hablamos. Por eso somos personas que sostienen una lengua; para utilizarla diciendo palabras: “Ez al dakizu euskara dela euskaldun egiten gaituena?”.
Vivimos en esta tierra y trabajamos para construir este país, pero no vivimos desde siempre, ni siquiera para siempre: “Gu mundukoak gara, baina mundua ez da gurea”. Somos descendientes de antepasados que migraron desde alguna parte. Somos el pueblo que considera de aquí a todas aquellas personas migrantes que llegan. Los y las poetas han cantado a este pueblo porque es hermoso para vivir y también para ser: “Oi ama Eskual-Herri goxua. Zütatik hürrün ni trixterik banua”. “Herrialde guztietan, Toki onak badira, baina bihotzak dio: zoaz Euskal Herrira”. Queremos que aquellas personas que alguna vez migraron sean de aquí.
Somos una red de mujeres , “zeruko nahiz lurreko jaungoiko guztiak ukatzen”, que clama por un “a, e, i, o, u berri bat ahoskatu”, por quienes nacerán mañana. A quienes ayer soñaron este pueblo y a quienes nacerán mañana les debemos una sociedad justa, con gente feliz.
Somos gente que concibe el mundo vinculado a una cultura; gente que tiene y quiere una historia, un diario infinito creado ahora y en el futuro desde el corazón.
Hoy venimos a renovar aquel llamamiento de los Juegos Florales organizados en Urruña el siglo XIX, en el que se instó a la unidad del pueblo de los siete territorios vascos. Como entonces, en esta declaración de Abadia queremos poner en valor la Cultura, instrumento y cimiento para la reproducción de la nación vasca; recurso imprescindible para la unión de la comunidad y gestación de la felicidad de la sociedad. Cuando la Cultura nos une con toda nuestra diversidad, logra que el mundo nos vea y que seamos un pueblo ante el mundo.
La lengua nos hace persona. La cultura pueblo. “Kulturarik gabe ez dago herririk. Ez dago kulturarik gabeko herririk”. Sin cultura no hay pueblo. No hay pueblo sin cultura.
Desde Abadia son numerosas las iniciativas populares emprendidas en nuestro pueblo a lo largo de estos siglos. El valor del pueblo vasco reside en su capacidad para crear de manera conjunta.
Instamos a afrontar de manera conjunta los acontecimientos que súbitamente están haciendo cambiar el mundo a peor. No queremos parar el tiempo; queremos que el tiempo no
pierda el mundo.
La gente hoy aquí reunida quiere hacer click en el enlace que va a transformar esta manera de convivir; gente que rechaza la amenaza, la persecución y la intolerancia.
Euskal Herria Batera nació en aquel especial Aberri Eguna de 2020, en el momento más oscuro de la pandemia. Porque pensábamos que para hacer frente a los riesgos de la globalización había que reforzar el comunitarismo. Porque los territorios y las comunidades fraguadas en los mismos son los instrumentos más apropiados para garantizar una vida digna e igualdad de derechos a las personas.
En este sentido, hemos querido hacer una aportación, para que la sociedad civil ocupe un lugar en el Aberri Eguna. Nos reunimos en ventanas y plazas, promoviendo símbolos, himnos y acciones que simbolizan una Euskal Herria unida. Somos el resultado de la capacidad de actuar de manera conjunta, porque juntas y juntos se duplican nuestras fuerzas.
Nuestra invitación al Ayuntamiento de Urruña, a la sombra de los juegos de Abadia, ha sido para compartir un propósito. Es tiempo de ambición y compromiso. Esta primavera hemos impulsado los símbolos como unión y celebración para hacer paso a una primavera cultural en los próximos años.
Euskal Herria Batera no quiere mantenerse, nos vinculamos a nuestro fin fundacional. Nos comprometemos a que la sociedad vasca haga suya la celebración del Aberri Eguna, animando a la ciudadanía a construir este pueblo de manera conjunta. Para que, a través de el impulso de una comunidad cada vez más fuerte, Euskal Herria logre la plena capacidad de decisión.
Elogiemos lo que somos capaces de hacer juntas y juntos.
Iazko udaberrian ez genuen asko pentsatuko urte bete geroago oraindik pandemia borrokatzen arituko ginenik. Baina hemen jarraitzen dugu, lehentasunez gaitzari aurre egiten eta, aldi berean, larrialdi luze honek izango dituen ondorio sozial eta ekonomikoen beldur. Ezer baino lehen, agiri honen sinatzaileok gure maitasuna helarazi nahi diegu egoeraren aurpegirik beltzena pairatu dutenei eta denon zaintzan borroka luzea daramatenei. Sinetsita gaude komunitatea trinkotuta gai izango garela aurrera egiteko.
Izan ere, 2020ko Aberri Egun bereziak erakutsi zuen Euskal Herrian ere posible dela bateratasuna. Aski izan zen herritar talde txiki batek aukera eskaintzea, Euskal Herri osoan milaka herritarrek keinu bat batera egiteko, eta hainbat gizarte eragile, alderdi eta sindikatu ere ekimenarekin bateratzeko.
Gizarte konplexuetan handia da aniztasuna eta zail bihurtzen da batasuna, helburu bakarra eta ibilbide bera partekatzea. Posibleago da bateratasuna, jomugak hurbiltzea eta ibilbideak sinkronizatzea, tarteka batera jardunda elkar indartzea eta komunitatea aniztasunaren gainean eraikitzea.
Mundu zabalean komunitarismoa ari da indartzen globalizazioaren arriskuei aurre egiteko; lurraldeak eta haien gainean trinkotzen diren komunitateak dira tresnarik egokiena pertsonei bizitza duina eta eskubide berdintasuna bermatzeko. Nahi genuke Euskal Herria izatea halako komunitate bat, erabakimena eta eskubide politiko guztiak dituena, osatzen dugun kideoi duintasuna eta bermeak eskaini ahal izateko.
Bateratasuna areagotuko duen herrigintza behar du Euskal Herriak, etorkizuneko proiektu politikoen oinarria izango den komunitatea trinkotzeko. Herrigintza horretan erabili beharko dugu eztabaida demokratikoa beti, konfrontazioa behar denean eta lankidetza ahal den guztietan, herritarron, eragileen eta erakundeen indarrak norabide bateratuan jartzeko. Agiri honen sinatzaileok gure esku dagoena egingo dugu bide horretan aitzinatuko gaituen dinamika sortzeko, eta Euskal Herri bateratua irudikatzen duten ikur, ereserki eta ekintzak sustatzeko.
2021eko Aberri Egunari begira, ez dakigu oraindik ea aukerarik izango ote den kalean egiteko. Guk, egoera edozein dela ere, KEINU BAT BATERA egitea proposatzen diegu euskal herritarrei, eragileei, alderdiei eta sindikatuei: apirilaren 4an kantuan egitea, denok batera Euskal Herri osoan, 12:30etan igorriko dugun seinalea jarraituz (xehetasunak aberrieguna2021.eus webgunean).
Herrigintzan batera jardunda garatuko baitugu euskal lurraldeen eta herritarren arteko lankidetza, gero eta indartsuago izango den komunitatearen eraginez lor dezan Euskal Herriak erabakimen osoa.
Gora Euskal Herri burujabea!
EUSKAL HERRIA BATERA ekimena. Talde sustatzailea.
Euskal Herria, 2021eko udaberria.
Talde sustatzailea:
1. Ainhoa Aiensa Laborda, Supermerkatu baten langilea. Iruñea, Nafarroa Garaia.
2. Aitor Servier Etxexuri, Bertsolaria. Azkaine, Lapurdi.
3. Amaia Merino Unzueta, Zinemagilea. Barañain, Nafarroa Garaia.
4. Amaia Nausia Pimoulier, Historialaria. Iruñea, Nafarroa Garaia.
5. Anabel Arraiza Artieda, Kultur ekintzailea. Lakuntza, Nafarroa Garaia.
6. Angel Oiarbide Ruiz, Arkitektu teknikoa. Idiazabal, Gipuzkoa.
7. Basilio Garcia Mayo, Udaltzain jubilatua. Amurrio, Araba.
8. Carlos R. Etxepare Rambosio, Kazetaria. Buenos Aires, Argentina.
9. Carlos Martinez Etxeberria, Ikaslea. Murchante, Nafarroa Garaia.
10. Dorleta Kortazar Alkoz, Ipuin kontalaria. Eskoriatza, Gipuzkoa.
11. Eduardo Gaviña, Yogurinha Borova. Trabestia eta Kultur ekintzailea. Laudio-Bilbo, Araba-Bizkaia.
12. Eneko Axpe Iza, Zientzialaria, Barakaldo, Bizkaia.
13. Estitxu Garai Artetxe, Publizista eta EHUko irakaslea. Gordexola, Bizkaia.
14. Gaizka Aranguren Urrotz, Kazetaria. Iruñea, Nafarroa Garaia.
15. Garazi Hach Embarek Irizar, Irakaslea. Ormaiztegi, Gipuzkoa.
16. Grazi Etchebehere, Erizain ohia. Ortzaize, Nafarroa Behea.
17. Iduzki Soubelet Fagoaga, EHUn gizarte psikologian irakaslea, Naziometroko kidea. Donibane Lohizune, Lapurdi.
18. Iera Agirre Iturriaga, Pilotaria. Leitza, Nafarroa Garaia.
19. Iker Goñi Antuñano, Ekintzailea. Getxo, Bizkaia.
20. Iker Villa Baraja, Musikaria. Barakaldo. Bizkaia.
21. Imanol Esnaola Arbiza, Gaindegiako koordinatzailea. Oiartzun, Gipuzkoa.
22. Imanol Goirigolzarri Malaxetxebarria, Jubilatua. Mungia, Bizkaia.
24. Iñaki Dorronsoro Plazaola, Eusko Ikaskuntzako lehendakari ohia. Ataun, Gipuzkoa.
25. Iñaki Pujana Aguirre, Garraiolaria. Dima, Bizkaia.
26. Iratxe Delgado Arribas, Ikaslea. Durango, Bizkaia.
27. Josu Camara Izagirre, Aktorea. Lezama, Bizkaia.
28. Maddalen Arzallus Antia, Bertsolaria. Hendaia, Lapurdi.
29. Maialen Sáez de Okariz Ruiz de Sabando, Erizaina. Gasteiz, Araba.
30. Maitena Diribarne, Irakaslea. Donibane Garazi, Nafarroa Behea.
31. Markel Susaeta Laskurain, Futbolaria. Eibar, Gipuzkoa.
32. Mirari Martiarena Iraola, Umoregilea. Oiartzun, Gipuzkoa.
33. Kike Amonarriz Gorria, Euskaltzalea. Tolosa, Gipuzkoa.
34. Mario Zubiaga Garate, EHU-UPVko irakaslea. Durango, Bizkaia.
35. Mattin Rafu Ruiz de Alda Laaksonen, Txirrindularia. Urruña, Lapurdi.
36. Mikel Irizar Intxausti, Jubilatua. Elorrio, Bizkaia.
37. Nerea Loron, La Furia, Abeslaria. Cascante, Nafarroa Garaia.
38. Oihana Maritorena Genbe, Aktorea eta irakaslea. Donostia, Gipuzkoa.
39. Paola Charron, Gidaria. Larresoro, Lapurdi.
40. Pello Otxandiano Kanpo, Injenieroa. Otxandio, Bizkaia.
41. Ramon Agirre Lasarte, Aktore. Donostia, Gipuzkoa.
42. Txomin Poveda, Soziologoa. Urruña, Lapurdi.
43. Xabier Goirigolzarri Malaxetxebarria, Enpresaria. Mungia, Bizkaia.
44. Ximun Fuchs, Antzerkilaria. Donibane Lohizune, Lapurdi.